Ambos futbolistas representaban una guerra recién librada, furiaesp.com cuyo antagonista fue la misma nación de Serbia. Permaneció en el club blanco cinco temporadas, hasta que el estallido de la Guerra Civil en 1936 le lleva a embarcarse en la selección de Euskadi. La selección de Serbia ganaba el partido con un gol de ‘camerino’ de Mitrovic. Sin embargo, en el segundo tiempo, un zurdazo de media distancia de Granit Xhaka, cuya potencia rompió el arco, empató el partido al 52′. El espigado volante, de pelo negro desvanecido y cejas depiladas rectas, corrió en dirección de la tribuna más cercana, sacó la lengua y cruzó sus manos para darle forma a un ave de dos cabezas con sus dedos pulgares, cuyas alas eran sus dedos restantes -todo mientras clavaba sus ojos en las miradas alegres de los aficionados suizos-.
