En Zaragoza hasta 2018, pasó después por el Valencia Basket, Manresa, Rasta Vechta alemán, Andorra y Gran Canaria en una carrera con altibajos, en el que las lesiones le han impedido despuntar. El base, que también pasó por el Centre de Tecnificació de bàsquet de les Illes Balears (CTEIB), era una de las grandes promesas de su generación, pero no acabó de despegar. En el otro extremo de una imaginaria cancha, Pedro Catalano coincide con su compañero: “La clave era que salíamos con un libreto bien estudiado y aprendido, que lo ejecutábamos bien porque nos daba resultado.